Nuestra mirada en Jesús, pues de él procede
nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso
de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento
tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios. (Hebreos
12:2)
JESUS es el Capitán, el Líder, el Príncipe de
nuestra fe. Él es quien “completa” nuestra fe. Jesús pagó el precio, para
que pudiéramos ser salvos.
¿Queremos saber cómo correr la carrera? Jesús es
el ejemplo. Fijemos los ojos en Él. Él es el Salvador que no sólo nos enseña
cómo correr la carrera, sino que entra en nosotros por medio del Espíritu
Santo, y corre la carrera a través de nosotros. ¡Alabado sea Dios, porque nunca
estamos solos!
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó
en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”
(Filipenses 1:6).
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