La triste situación de Adán y Eva, después de su fracaso en obedecer a Dios, de momento se sintieron vulnerables, aislados, desprotegidos, culpables, infelices, avergonzados.
¿Cuándo sucedió todo esto?
Cuando: “Sus ojos fueron abiertos, y conocieron que ambos estaban desnudos.” ( Génesis 3:7)
Fue un nuevo conocimiento, la vista de los dos alcanzó un nivel mucho más alto.
El abrir nuestros ojos de esa manera, viendo nuestra desnudez (como estamos espiritualmente) puede ser debilitador y doloroso. Pero hay un mensaje de esperanza dictado por Dios, dicen las escrituras que: “Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran.” (Génesis 3:21)
Dios cubre nuestra desnudez con la vestidura de su gracia.
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