LA VIDA
No podemos hablar de la vida; sin tener en cuenta la muerte. Todos nosotros sabemos algo con respecto a la realidad fría y inevitable de la muerte. Basta escuchar el noticiero todos los días para que tengamos conocimiento de la muerte.
LA MUERTE es una realidad que debemos enfrentar. Esta se transforma en un enemigo personal:
* Cuando viene a nuestra mente la palabra cáncer.
* Cuando suena el teléfono y una voz llena de aflicción nos habla de un terrible accidente.
* Cuando usted ve por todas partes cosas que le recuerdan a alguien que ya no puede tocar ni amar nuevamente.
Es bueno conocer a Jesús cuando la muerte se transforma en un enemigo personal. La muerte es un enemigo que, según la profecía bíblica, será el último enemigo que el Cristo resucitado y glorioso vencerá. Los milagros hechos por Jesús eran un ejemplo de lo que finalmente Él haría. Cuando Él le dijo a la viuda “¡no llore!”, era porque limpiaría para siempre todas sus lágrimas. Cuando Jesús le dijo a Lázaro, muerto hacía ya cuatro días, “ven afuera”, era porque Él le daría vida a su pueblo.
Jesús abre el camino de la esperanza, Él nos da una verda-dera vida.
"Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con el Cristo en Dios." Colosenses 3:3
No podemos hablar de la vida; sin tener en cuenta la muerte. Todos nosotros sabemos algo con respecto a la realidad fría y inevitable de la muerte. Basta escuchar el noticiero todos los días para que tengamos conocimiento de la muerte.
LA MUERTE es una realidad que debemos enfrentar. Esta se transforma en un enemigo personal:
* Cuando viene a nuestra mente la palabra cáncer.
* Cuando suena el teléfono y una voz llena de aflicción nos habla de un terrible accidente.
* Cuando usted ve por todas partes cosas que le recuerdan a alguien que ya no puede tocar ni amar nuevamente.
Es bueno conocer a Jesús cuando la muerte se transforma en un enemigo personal. La muerte es un enemigo que, según la profecía bíblica, será el último enemigo que el Cristo resucitado y glorioso vencerá. Los milagros hechos por Jesús eran un ejemplo de lo que finalmente Él haría. Cuando Él le dijo a la viuda “¡no llore!”, era porque limpiaría para siempre todas sus lágrimas. Cuando Jesús le dijo a Lázaro, muerto hacía ya cuatro días, “ven afuera”, era porque Él le daría vida a su pueblo.
Jesús abre el camino de la esperanza, Él nos da una verda-dera vida.
"Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con el Cristo en Dios." Colosenses 3:3
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