viernes, 22 de marzo de 2013

MARZO 2013 MES DE LA BIBLIA











CELEBRACIÓN  DEL DÍA DE LA BIBLIA 10 DE MARZO 2013














PRACTÍCALA  para ser santo
CONOCELA  en tu mente
GUARDALA  en tu corazón
MUESTRALA  en tu vida
SIEMBRALA  en el mundo
CRÉELA  para ser salvo
LÉELA  para ser sabio









martes, 19 de marzo de 2013

"Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra." [Apocalipsis 5:9-10]

19. MARZO. 2013. ¿QUIÉN ES DIGNO DE ABRIR EL LIBRO? (LÉASE APOCALIPSIS 5):

En la Antigüedad, los edictos de los reyes eran sellados.
Abrir los sellos para leer los edictos era un acto muy solemne.

En el último libro de la Biblia, es decir, el Apocalipsis o Revelación, hallamos una pregunta: ¿“Quién es digno de abrir el libro” (v. 2) que está en la mano derecha de Dios, sellado con siete sellos? Ese libro contiene el decreto divino sobre los juicios que alcanzarán a la humanidad incrédula.

Durante mucho tiempo su contenido permaneció oculto.
Con paciencia Dios esperaba que los hombres se volviesen a Él.

Pero un día llegará el momento de ejercer sus juicios para preparar la llegada de su reino.

Nadie puede abrir el libro, ni siquiera mirarlo (v. 3).
¿Quién puede, sino sólo Dios, proclamar el final del período del evangelio de la gracia y el comienzo de los juicios? Una voz dice: “El León de la tribu de Judá (Jesús)… ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos” (v. 5).

El único que puede abrir el libro es el Señor Jesús, quien aparece en medio del trono en la forma de cordero inmolado (v. 6).

El título de Cordero de Dios recuerda que Jesús sufrió y murió en la cruz, que fue rechazado por los hombres y cargado con el pecado de muchos.

Ahora Jesús es el Salvador. Luego será el Juez. ¿Por qué?

Únicamente el Hombre perfecto que nunca cometió pecado podrá juzgar a los hombres culpables que no hayan aceptado el evangelio de la gracia.




 
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lunes, 18 de marzo de 2013


"Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador." [Lucas 5:8]

"¡Ay de mí! que soy muerto… siendo hombre inmundo de labios." [Isaías 6:5]

"El Hijo del Hombre (Jesucristo) ha venido para salvar lo que se había perdido." [Mateo 18:11]

04. MARZO. 2013. JUSTO Y SALVADOR (1):

Hasta los quince años de edad, dos jóvenes permanecieron unidos mediante una sólida amistad. Luego la vida los separó. 

Años después uno ejerció como magistrado y el otro como gerente de una empresa.

Este último hizo malos negocios y, para evitar la bancarrota, empleó métodos ilegales.
Los fraudes fueron descubiertos y el caso fue llevado a la justicia.


Sentado en el banquillo de los acusados, el pobre hombre esperaba con angustia la llegada del juez. ¡Ahí estaba! Vestido con su ropaje negro, se sentó dignamente frente a su acusado.

Éste quedó estupefacto. ¡No había dudas, ese magistrado era su antiguo amigo!

El juez procedió al interrogatorio.

Escuchó a los demandantes, a los testigos y a los abogados.
El veredicto fue dado según los rigores de la ley: el hombre fue declarado culpable y quedó obligado a pagar una gran multa, la cual él era totalmente incapaz de pagar.

Luego se levantó la sesión.

El hombre, arruinado, condenado y desesperado salió de la sala de la audiencia.

Reconocía que la sentencia era justa, pero ¿cómo podía pagar semejante deuda?

Entonces un hombre se le acercó y, discretamente, le dio un cheque cuya suma cubría exactamente la obligación.

Era él, el juez que lo había condenado y el amigo que lo libraba.

Esta vieja pero verídica historia es sorprendente.
Moralmente ilustra lo que le sucedió a todos los que creyeron en Jesucristo.